sábado, 7 de enero de 2017

Hag-seed - Margaret Atwood

Had-seed es la reescritura de La tempestad de Shakespeare, pero no desde otro punto de vista, sino desde la polifonía de tantos otros como personajes tiene la obra original. A un director de teatro, Felix, le usurpan su trono artístico y este masculla durante 12 años su venganza, mientras su hija, Miranda, aquella a la que él solo puede ver en una foto columpiándose con la felicidad de los 3 años, se convierte en una hermosa joven ataviada con las ropas de un fantasma. Atwood narra con grandes dotes inventivas cómo Felix comienza a acercar obras de teatro de Shakespeare en un centro penitenciario donde sus reclusos deben aprender drama y restringir sus insultos a aquellos que aparezcan en las obras a representar, de ahí el título Hag-seed. Estos aprenden sus papeles y los superan a ritmo de rap, ofrecen otros posibles finales y Mr. Duke (Felix) consigue por fin su venganza, eso sí con un poco de magia y mucho ingenio, el de Margaret Atwod.

jueves, 29 de diciembre de 2016

God help the child (La noche de los niños)- Tony Morrison

Toni Morrison publicó el año pasado God help the child, una novela que nos acerca a los sufrimientos de muchos niños, sobre todo aquellos que toman la forma de abusos sexuales, y muestra que la infancia es una época que marca toda nuestra vida. El tema hace que su lectura sea difícil, pero la belleza con la que se narra la historia y la magia de quien sabe mezclar diferentes perspectivas es excepcional. Una mujer aparentemente blanca da a luz a un bebé negro como la noche. El padre de la niña la abandona y ella se empecina en darle una educación severa para enseñarle que la vida no le será fácil. La niña sabe utilizar precisamente esa piel azulada para empoderarse y se convierte en una mujer de negocios triunfadora, pero bajo esa capa de éxito esconde un secreto, aquello innombrable que hizo para sentir que su madre la quería por un instante. Es difícil saber, como en el caso de The Lost Child de Phillips, a quién se refiere el título. Los niños, si pueden, crean caminos insólitos para olvidar el abuso, pero siempre la huella de aquello que sucedió y la muerte se ciernen como una sombra que todo lo engulle: el amor, el futuro. Más que la protagonista, Bride, me convence su pareja, Booker, y sus poéticos y oscuros monólogos sobre el mundo. La música será su refugio allí donde su idolatrado hermano desaparece y no regresa jamás, pero no será suficiente. Para vivir necesitará ser capaz de dejar de llevarlo sobre sus hombros.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Una pastelería en Tokio (2015) - Naomi Kawase


La vida de Sentaro, un hombre humilde y taciturno, está encadenada a una deuda de por vida y, para saldarla, regenta una pequeña pastelería en la que, sin mucho entusiasmo, prepara dorayakis. En su camino se cruza una anciana que le transporta al mundo de aquello que parece insignificante y le muestra la historia de las pequeñas cosas; un mundo en el que la tristeza se difumina si sabemos escuchar nuestra voz interior y aceptar nuestro destino.
Su tienda se convierte en un hogar para ambos cuando él se rinde a la magia de la anciana y comienza a tener un éxito inesperado.
Una pastelería en Tokio es un poema visual, un cuento que no hace alardes de grandes efectos técnicos, pero triunfa con creces como film intimista y poético que aúna tradición y modernidad con un mensaje sencillo. También denuncia una historia muy triste; la que esconde la anciana entre sus manos, la del ser humano contra la maquinaria gubernamental en un país aparentemente desarrollado y democrático donde se aparta aquello que traiciona la normalidad.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Manhattan - Woddy Allen

Aproveché el festivo para ver Manhattan y me encantó. Es una película ambiciosa, intelectual, colorida de una angustia existencial por parte del protagonista, un neurótico empedernido un poco enclenque que se busca en las mujeres. El comienzo me deslumbró con la belleza panorámica de una serie fotográfica de esa parte de la ciudad neoyorquina, y a lo lejos se escuchan los versos del frustrado escritor, Isaacs, dudando sobre un posible comienzo de su novela.
También al principio, la película nos deleita con Rhapsody in Blue, de Gershwin. La música es un elemento narrativo más; combina el clasicismo de las grandes orquestas con la modernidad del jazz. Me encantan también los monólogos (por ej. la lista que Isaacs hace de las cosas que merecen la pena) y los diálogos, muy inteligentes e irónicos y, por supuesto, todas las alusiones filosóficas y literarias. Creo que además del paisaje neoyoquino que Allen sabe retratar, le hace un guiño al cine sueco de Ingmar Bergman al menos en la belleza de Mariel Hemingway, que curiosamente es la nieta de Hemingway, el escritor. Mi personaje favorito es Mary (Diane Keaton), que ejemplo de femineidad tan interesante representa. Isaacs, que le reprocha ser demasiado racional, le da una maravillosa lección: que las cosas importantes no se piensan, se sienten. Ella aprende la lección y lo abandona por su mejor amigo. Él sigue buscando el amor sin darse cuenta de que ya lo ha encontrado, el de las calles por donde deambula buscando su novela.

viernes, 28 de octubre de 2016

The Lost Child - Caryl Phillips


En The Lost Child se entretejen tres historias separadas en el tiempo y espacio, hiladas de una forma argumental muy sutil. En el primer capítulo, enmarcado en la reescritura de novelas clásicas, Phillips se imagina los orígenes de Cumbres borrascosas de Emily Brönte, con la descripción de la penosa situación de Heathcliff —de niño— y su madre, una antigua esclava traída de África al Liverpool del siglo XVIII, obligada a ejercer la prostitución y a vagabundear por los muelles pidiendo limosna. La mayor parte de la novela trenza una historia desoladora, la de Monica, con voces narrativas que se complementan y a las que el autor, acertadamente, sabe evocar con un lenguaje que refleja la expresión del personaje que narre ese capítulo en primera persona. El padre nos mostrará a una Mónica que él desea imaginar, pero no conoce, con un lenguaje racional, estándar y académico; el marido no dará voz a los pensamientos de su esposa; y Ben, su hijo mayor, se siente avergonzado y desconsolado y da rienda suelta a sus reflexions con el lenguaje de la calle. La historia más emotiva, la de Mónica, se fragmenta según se resquebraja su salud mental.

El drama de la madre africana está presente en el deterioro de la vida de Monica, que a raíz de su relación con Julius — ¿es quizás su marido negro descendiente de Heathcliff?— va siendo despojada de todo aquello que ama, incluso sus hijos, y sufre no solo a manos de una sociedad conservadora y patriarcal, sino también por culpa de las instituciones que, supuestamente, desean ayudarla pero cuyos miembros muestran, entre líneas, el racismo y desprecio por sus hijos mestizos y sus circunstancias. Además, Phillips entrelaza una tercera historia muy breve, la de Emily Brönte que confunde su propia vida con la historia que narra en Cumbres borrascosas y que nos recuerda que la realidad y la ficción son primas hermanas.

El último capítulo  explica cómo el vampiresco Healthcliff —también mestizo, y esto es muy interesante— es arrastrado al seno de la familia del Sr. Earnshaw, pero al no mencionarse los nombres de los personajes, podrían ser estos también el segundo hijo de Monica, Tommy, arrastrado a un mundo oscuro a manos de su nueva pareja, un depravado que agravará su situación y llevará a Monica hacia su desconsuelo final.

En las tres historias las mujeres sufren y mucho (todas son the lost child, no solo Healthcliff y Tommy); en gran parte por una figura paterna —patriarcado— que decide sobre sus vidas sin consultarles, pero también por una sociedad que ignora su situación. La esperanza existe en el primer hijo de Monica, Ben, que a pesar de su indefensión, aprende a aislarse del mundo que le rodea a través de la música en la que se refugia desesperadamente. Philipps da cuenta, muy ingeniosamente con la elección de los títulos, de la situación y desarrollo de este personaje; la música que menciona refleja sus estados de ánimo; escucha Those were the days de Mary Hopkin cuando es apartado de su madre, Hey Jude de The Beatles cuando se siente completamente solo y por fin Ride a White Swan de T. Rex la primera vez que una chica le sonríe. La música le ayuda a aislarse y consigue lo que no pudo hacer su madre, acabar sus estudios en Oxford y ser una persona moderadamente feliz.

jueves, 20 de octubre de 2016

The Schooldays of Jesus - J.M. Coetzee

The Schooldays of Jesus es la última novela de J.M. Coetzee, acaba de publicarse en inglés y es
continuación de The Childhood of Jesus, aunque bien puede leerse la una sin la otra. En realidad, aunque los personajes son los mismos, parecen haber cambiado; también el lugar donde se encuentran.
La historia de The Childhood parece sencilla, pero no lo es tanto. Dos personajes han llegado en un barco de un lugar lejano y olvidado todo lo que allí eran y significaban. Un bello comienzo para una novela. Han dejado atrás su profesión, sus amistades, incluso sus nombres, que les serán adjudicados en su primera parada. El mundo se reinicia.
Simon sale del barco, en la primera parte, de la mano de un niño de 5 años del que decide encargarse. Cree que ha perdido a su madre en el transbordo, la madre a la que el niño ya no puede recordar, y Simon la busca empecinadamente hasta que cree encontrarla en ese nuevo mundo donde se habla español (de nuevo un guiño a nuestro Don Quijote quizás) y donde, curiosamente, creo que esta es la primera vez en su obra, los deseos que tanto mal han causado en sus otras novelas ya no existen, aunque el cuerpo desgastado de Simon trate, fastidiosamente, de dar rienda a los suyos. 
La madre resulta inverosímil, aún más en la segunda novela. El lector, yo al menos, desea que no le entregue el niño porque ¿de qué sirve una madre si no ama adecuadamente de su hijo sino a una idea de lo que ese hijo es? Pero recordemos que estamos en un mundo de las ideas platónico...

En The Schooldays of Jesus los tres forman una familia poco convencional, cada uno se asigna un rol que no acaba por cumplir del todo. La novela plantea cuestiones filosóficas complejas. Como no podía ser de otra manera, Coetzee hace un alegato a los derechos de los animales en sus primeras páginas, debo admitir que me resultaron algo tediosas. Otro de sus grandes temas está también presente, la clara lucha entre las fuerzas racionales e irracionales del mundo. De hecho, lo que quizás da cierta coherencia a The Schooldays es la intensidad con la que Simon trata de explicarle a David el mundo según unos parámetros racionales que el niño insiste en no compartir, porque él se empeña en estar cerca de las estrellas. Me quedo con la incapacidad de esa figura, que pretende ser un padre, de dar sentido a la vida de aquel que finge ser su hijo. Quizás la novela nos explique que esto no es del todo posible.

lunes, 29 de agosto de 2016

Rescatando a Sara - Javier Preciado

Normalmente no leo este tipo de libros, pero cayó en mis manos de una forma singular y me vi un poco obligada a comenzarlo. No se puede calificar como novela, aunque tenga una estructura que sí sea propia de este género. Según su autor, el periodista Javier Preciado, da cuenta de hechos completamente verídicos y lo hace de una forma rápida, sin detalles superfluos, y engancha desde el principio, seguramente más aún sabiendo que se trata de un caso real. El relato narra la historia de amor entre una mujer española y un hombre iraquí que poco tiene que ofrecerle. A pesar de las diferencias o quizás precisamente por ellas, la atracción y la ingenuidad de esta mujer, al menos desde el punto de vista desde el que se narra la historia, hacen que su relación desemboque en tragedia. El hombre chiíta ni trabaja ni aporta nada a la familia, los hijos de un antiguo matrimonio lo detestan y ella acaba, sin embargo, alterando su dieta y vestimenta e incluso convirtiéndose al islam por contentarlo. Cuando los hijos de ella lo acusan de haber abusado sexualmente de ellos, cosa que por cierto ya había ocurrido y ella había ignorado, la mujer lo echa de casa y este, para vengarse, secuestra a la hija que ambos han tenido juntos y la arrastra a Irak, un país desolado y cercado por la miseria, y lo que quizás es peor, donde la vida de las mujeres no vale absolutamente nada.
Recatando a Sara tiene un final feliz, al menos a grosso modo, porque evidentemene las secuelas que arrastra esa familia no se tratan en la narración. Hay una versión cinematográfica que no he visto y que cuenta con Carmen Machi como protagonista. No me la imagino interpretando a esta mujer tan fácil de manipular, pero claro en eso consiste ser una gran actriz y ella desde luego, lo es.

sábado, 20 de agosto de 2016

Luz no usada - Gustavo Martín Garzo

Gustavo Martín Garzo es un escritor vallisoletano que llevo tiempo leyendo. De sus novelas me gustó especialmente La princesa manca y no tanto Las historias de Marta y Fernando. Luz no usada puede que sea su primera novela, ya que la publicó en 1986. Es difícil resumir su argumento, la narración va entrelazando diferentes historias que son difíciles de seguir y un tanto rebuscadas. Quizás el denominador común es que en todas ellas los personajes deambulan por sus vidas en busca de diferentes pasiones, y son arrastrados finalmente por seres que parecen más propios de un cuento de hadas. Me ha gustado su utilización del lenguaje, pero el argumento resulta poco convincente y no fluye.
Martín Garzo es columnista de El País y creo que esa es su mejor faceta.  Sus reseñas literarias y de cine y sus opiniones de actualidad son magníficas y siempre entrelazan la objetividad con el amor por la literatura: http://elpais.com/autor/gustavo_martin_garzo/a/