miércoles, 10 de junio de 2015

Billar a las nueve y media - Henrich Böll

Billar a las nueve y media es una novela interesante, pero también tediosa por la densidad y lentitud de la trama. La lectura exige mucha atención por parte del lector por la cantidad de personajes y, en mi opinión, demasiados detalles históricos.
Sin embargo, el tema es muy interesante. El libro trata de tres generaciones de arquitectos y su relación con su familia y trabajo. Los tres son un producto del lugar y momento histórico que habitan en la Alemania de la primera mitad del siglo XX, obviamente son marcados negativamente por las guerras mundiales.
Todo el libro transcurre en un sólo día, el cumpleaños del patriarca Heinrich Fähmel, aunque evidentemente las más de 300 páginas dan para narrar mucho más y poner en situación a los personajes a través de sus múltiples flash-backs.
Este hombre que cumple 80 años es el fundador de una dinastía de arquitectos, un hombre que se ha hecho a sí mismo y que construyó la abadía de Sankt Anton, dato relevante como veremos a continuación. Robert su hijo, se describe como un hombre de principios, justo e inteligente y a pesar de tener el mismo oficio que su padre y una moral digna de imitar, ha utilizado esos mismos conocimientos para hacer justamente lo contrario. En medio de la II Guerra Mundial, se ve involucrado en la destrucción masiva de edificios, entre ellos arrasa en 1942 la gran obra de su padre. En último lugar se presenta el hijo de Robert, Joseph Fähmel, que acaba de ganar un concurso público para reconstruir la Abadía de Sankt Anton. Tres generaciones que no hacen más que crear y destruir una obra de arte por circunstancias ajenas a su voluntad. Böll nos demuestra en esta obra cómo la historia resulta cíclica.
Billar a las nueve y media es una gran crítica a la sociedad alemana de la época, que a las puertas de la prosperidad económica, metafóricamente llamada el "sacramento del búfalo", ha sacrificado y "demolido" repetidamente los principios de la moral y el respeto a la libertad, simbolizados en el "sacramento del cordero" y que además representan las tres generaciones.
Esta ha sido la tercera novela que he leído de este autor y la que menos me ha gustado. Es evidente que Böll es un autor magnífico, crítico con la sociedad y con cómo los hombres se ven envueltos en un tiempo que los lleva a cometer actos destructivos a pesar de sus principios ético-morales. Sin embargo disfruté mucho más de la lectura de El honor perdido de Katherina Blum y Opiniones de un payaso, ya que son libros más amenos y accesibles, aunque no más sencillos.

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