Leer El Castillo me ha resultado tan laberíntico como su propio argumento; una y otra vez se echan por tierra aquello que se había consolidado desde los más diversos puntos de vista. De lectura relativamente fácil y amena, le he tenido que dedicar casi una semana para finalizarlo, lo cual me resulta inaudito en un libro de apenas 200 páginas. El relato se torna en ocasiones interminable, los diálogos rayan lo absurdo o irrelevante, y la lectura resulta algo pesada. Sin embargo, también resulta entretenido y algunos de sus personajes son bastante cómicos, como los ayudantes de K, que parecen salidos de Alicia en el país de las maravillas.En este blog se da cuenta de opiniones propias sobre literatura y, no pudiendo restringir el mundo de las cosas bonitas a las letras, también a otros asuntos culturales de diversa índole. La imagen de la cabecera es una foto que tomé de un mural en Sancti Petri realizado por Antoni Gabarre.
sábado, 20 de febrero de 2016
El castillo - Franz Kafka
Leer El Castillo me ha resultado tan laberíntico como su propio argumento; una y otra vez se echan por tierra aquello que se había consolidado desde los más diversos puntos de vista. De lectura relativamente fácil y amena, le he tenido que dedicar casi una semana para finalizarlo, lo cual me resulta inaudito en un libro de apenas 200 páginas. El relato se torna en ocasiones interminable, los diálogos rayan lo absurdo o irrelevante, y la lectura resulta algo pesada. Sin embargo, también resulta entretenido y algunos de sus personajes son bastante cómicos, como los ayudantes de K, que parecen salidos de Alicia en el país de las maravillas.
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