jueves, 3 de septiembre de 2015

El mal de Portnoy - Philip Roth

Un narrador atormentado, obsesionado con el sexo y despiadado nos relata su infancia, adolescencia y juventud en una familia judía de la que trata de alejarse desesperadamente.
El diálogo del neurótico protagonista, Alexander Portnoy, con un psicólogo al que se dirige, no tiene desperdicio ni deja títere con cabeza. Su madre pone todo su empeño en que cumpla con los preceptos de su religión y se encarga de chantajearlo psicológicamente mañana, tarde y noche. El padre es descrito como un hombre débil, pasivo e incapaz de hacer cualquier cosa, incluso de ir al baño, proeza que se pasa intentando realizar toda la novela. La ironía es evidente. Ambos tratan de inculcar a su hijo los valores de la religión judía conservadora, pero este desequilibrio familiar convierte a Alexander, niño superdotado por excelencia, en un egoísta, ateo, incapaz de cualquier tipo de compromiso y obsesionado por los placeres del mundo físico: el sexo a todas horas con cualquier mujer que se preste.
La narración discurre rápida, divertida y está repleta de guiños al lector. Me gustaron mucho que intercala palabras en hebreo que, curiosamente, recuerdan a muchas palabras alemanas.
Explicación de qué comidas son consideradas aptas o kosher para los judíos:
http://es.wikipedia.org/wiki/Cashrut

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