jueves, 29 de diciembre de 2016

God help the child (La noche de los niños)- Tony Morrison

Toni Morrison publicó el año pasado God help the child, una novela que nos acerca a los sufrimientos de muchos niños, sobre todo aquellos que toman la forma de abusos sexuales, y muestra que la infancia es una época que marca toda nuestra vida. El tema hace que su lectura sea difícil, pero la belleza con la que se narra la historia y la magia de quien sabe mezclar diferentes perspectivas es excepcional. Una mujer aparentemente blanca da a luz a un bebé negro como la noche. El padre de la niña la abandona y ella se empecina en darle una educación severa para enseñarle que la vida no le será fácil. La niña sabe utilizar precisamente esa piel azulada para empoderarse y se convierte en una mujer de negocios triunfadora, pero bajo esa capa de éxito esconde un secreto, aquello innombrable que hizo para sentir que su madre la quería por un instante. Es difícil saber, como en el caso de The Lost Child de Phillips, a quién se refiere el título. Los niños, si pueden, crean caminos insólitos para olvidar el abuso, pero siempre la huella de aquello que sucedió y la muerte se ciernen como una sombra que todo lo engulle: el amor, el futuro. Más que la protagonista, Bride, me convence su pareja, Booker, y sus poéticos y oscuros monólogos sobre el mundo. La música será su refugio allí donde su idolatrado hermano desaparece y no regresa jamás, pero no será suficiente. Para vivir necesitará ser capaz de dejar de llevarlo sobre sus hombros.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Una pastelería en Tokio (2015) - Naomi Kawase


La vida de Sentaro, un hombre humilde y taciturno, está encadenada a una deuda de por vida y, para saldarla, regenta una pequeña pastelería en la que, sin mucho entusiasmo, prepara dorayakis. En su camino se cruza una anciana que le transporta al mundo de aquello que parece insignificante y le muestra la historia de las pequeñas cosas; un mundo en el que la tristeza se difumina si sabemos escuchar nuestra voz interior y aceptar nuestro destino.
Su tienda se convierte en un hogar para ambos cuando él se rinde a la magia de la anciana y comienza a tener un éxito inesperado.
Una pastelería en Tokio es un poema visual, un cuento que no hace alardes de grandes efectos técnicos, pero triunfa con creces como film intimista y poético que aúna tradición y modernidad con un mensaje sencillo. También denuncia una historia muy triste; la que esconde la anciana entre sus manos, la del ser humano contra la maquinaria gubernamental en un país aparentemente desarrollado y democrático donde se aparta aquello que traiciona la normalidad.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Manhattan - Woddy Allen

Aproveché el festivo para ver Manhattan y me encantó. Es una película ambiciosa, intelectual, colorida de una angustia existencial por parte del protagonista, un neurótico empedernido un poco enclenque que se busca en las mujeres. El comienzo me deslumbró con la belleza panorámica de una serie fotográfica de esa parte de la ciudad neoyorquina, y a lo lejos se escuchan los versos del frustrado escritor, Isaacs, dudando sobre un posible comienzo de su novela.
También al principio, la película nos deleita con Rhapsody in Blue, de Gershwin. La música es un elemento narrativo más; combina el clasicismo de las grandes orquestas con la modernidad del jazz. Me encantan también los monólogos (por ej. la lista que Isaacs hace de las cosas que merecen la pena) y los diálogos, muy inteligentes e irónicos y, por supuesto, todas las alusiones filosóficas y literarias. Creo que además del paisaje neoyoquino que Allen sabe retratar, le hace un guiño al cine sueco de Ingmar Bergman al menos en la belleza de Mariel Hemingway, que curiosamente es la nieta de Hemingway, el escritor. Mi personaje favorito es Mary (Diane Keaton), que ejemplo de femineidad tan interesante representa. Isaacs, que le reprocha ser demasiado racional, le da una maravillosa lección: que las cosas importantes no se piensan, se sienten. Ella aprende la lección y lo abandona por su mejor amigo. Él sigue buscando el amor sin darse cuenta de que ya lo ha encontrado, el de las calles por donde deambula buscando su novela.

viernes, 28 de octubre de 2016

The Lost Child - Caryl Phillips


En The Lost Child se entretejen tres historias separadas en el tiempo y espacio, hiladas de una forma argumental muy sutil. En el primer capítulo, enmarcado en la reescritura de novelas clásicas, Phillips se imagina los orígenes de Cumbres borrascosas de Emily Brönte, con la descripción de la penosa situación de Heathcliff —de niño— y su madre, una antigua esclava traída de África al Liverpool del siglo XVIII, obligada a ejercer la prostitución y a vagabundear por los muelles pidiendo limosna. La mayor parte de la novela trenza una historia desoladora, la de Monica, con voces narrativas que se complementan y a las que el autor, acertadamente, sabe evocar con un lenguaje que refleja la expresión del personaje que narre ese capítulo en primera persona. El padre nos mostrará a una Mónica que él desea imaginar, pero no conoce, con un lenguaje racional, estándar y académico; el marido no dará voz a los pensamientos de su esposa; y Ben, su hijo mayor, se siente avergonzado y desconsolado y da rienda suelta a sus reflexions con el lenguaje de la calle. La historia más emotiva, la de Mónica, se fragmenta según se resquebraja su salud mental.

El drama de la madre africana está presente en el deterioro de la vida de Monica, que a raíz de su relación con Julius — ¿es quizás su marido negro descendiente de Heathcliff?— va siendo despojada de todo aquello que ama, incluso sus hijos, y sufre no solo a manos de una sociedad conservadora y patriarcal, sino también por culpa de las instituciones que, supuestamente, desean ayudarla pero cuyos miembros muestran, entre líneas, el racismo y desprecio por sus hijos mestizos y sus circunstancias. Además, Phillips entrelaza una tercera historia muy breve, la de Emily Brönte que confunde su propia vida con la historia que narra en Cumbres borrascosas y que nos recuerda que la realidad y la ficción son primas hermanas.

El último capítulo  explica cómo el vampiresco Healthcliff —también mestizo, y esto es muy interesante— es arrastrado al seno de la familia del Sr. Earnshaw, pero al no mencionarse los nombres de los personajes, podrían ser estos también el segundo hijo de Monica, Tommy, arrastrado a un mundo oscuro a manos de su nueva pareja, un depravado que agravará su situación y llevará a Monica hacia su desconsuelo final.

En las tres historias las mujeres sufren y mucho (todas son the lost child, no solo Healthcliff y Tommy); en gran parte por una figura paterna —patriarcado— que decide sobre sus vidas sin consultarles, pero también por una sociedad que ignora su situación. La esperanza existe en el primer hijo de Monica, Ben, que a pesar de su indefensión, aprende a aislarse del mundo que le rodea a través de la música en la que se refugia desesperadamente. Philipps da cuenta, muy ingeniosamente con la elección de los títulos, de la situación y desarrollo de este personaje; la música que menciona refleja sus estados de ánimo; escucha Those were the days de Mary Hopkin cuando es apartado de su madre, Hey Jude de The Beatles cuando se siente completamente solo y por fin Ride a White Swan de T. Rex la primera vez que una chica le sonríe. La música le ayuda a aislarse y consigue lo que no pudo hacer su madre, acabar sus estudios en Oxford y ser una persona moderadamente feliz.

jueves, 20 de octubre de 2016

The Schooldays of Jesus - J.M. Coetzee

The Schooldays of Jesus es la última novela de J.M. Coetzee, acaba de publicarse en inglés y es
continuación de The Childhood of Jesus, aunque bien puede leerse la una sin la otra. En realidad, aunque los personajes son los mismos, parecen haber cambiado; también el lugar donde se encuentran.
La historia de The Childhood parece sencilla, pero no lo es tanto. Dos personajes han llegado en un barco de un lugar lejano y olvidado todo lo que allí eran y significaban. Un bello comienzo para una novela. Han dejado atrás su profesión, sus amistades, incluso sus nombres, que les serán adjudicados en su primera parada. El mundo se reinicia.
Simon sale del barco, en la primera parte, de la mano de un niño de 5 años del que decide encargarse. Cree que ha perdido a su madre en el transbordo, la madre a la que el niño ya no puede recordar, y Simon la busca empecinadamente hasta que cree encontrarla en ese nuevo mundo donde se habla español (de nuevo un guiño a nuestro Don Quijote quizás) y donde, curiosamente, creo que esta es la primera vez en su obra, los deseos que tanto mal han causado en sus otras novelas ya no existen, aunque el cuerpo desgastado de Simon trate, fastidiosamente, de dar rienda a los suyos. 
La madre resulta inverosímil, aún más en la segunda novela. El lector, yo al menos, desea que no le entregue el niño porque ¿de qué sirve una madre si no ama adecuadamente de su hijo sino a una idea de lo que ese hijo es? Pero recordemos que estamos en un mundo de las ideas platónico...

En The Schooldays of Jesus los tres forman una familia poco convencional, cada uno se asigna un rol que no acaba por cumplir del todo. La novela plantea cuestiones filosóficas complejas. Como no podía ser de otra manera, Coetzee hace un alegato a los derechos de los animales en sus primeras páginas, debo admitir que me resultaron algo tediosas. Otro de sus grandes temas está también presente, la clara lucha entre las fuerzas racionales e irracionales del mundo. De hecho, lo que quizás da cierta coherencia a The Schooldays es la intensidad con la que Simon trata de explicarle a David el mundo según unos parámetros racionales que el niño insiste en no compartir, porque él se empeña en estar cerca de las estrellas. Me quedo con la incapacidad de esa figura, que pretende ser un padre, de dar sentido a la vida de aquel que finge ser su hijo. Quizás la novela nos explique que esto no es del todo posible.

lunes, 29 de agosto de 2016

Rescatando a Sara - Javier Preciado

Normalmente no leo este tipo de libros, pero cayó en mis manos de una forma singular y me vi un poco obligada a comenzarlo. No se puede calificar como novela, aunque tenga una estructura que sí sea propia de este género. Según su autor, el periodista Javier Preciado, da cuenta de hechos completamente verídicos y lo hace de una forma rápida, sin detalles superfluos, y engancha desde el principio, seguramente más aún sabiendo que se trata de un caso real. El relato narra la historia de amor entre una mujer española y un hombre iraquí que poco tiene que ofrecerle. A pesar de las diferencias o quizás precisamente por ellas, la atracción y la ingenuidad de esta mujer, al menos desde el punto de vista desde el que se narra la historia, hacen que su relación desemboque en tragedia. El hombre chiíta ni trabaja ni aporta nada a la familia, los hijos de un antiguo matrimonio lo detestan y ella acaba, sin embargo, alterando su dieta y vestimenta e incluso convirtiéndose al islam por contentarlo. Cuando los hijos de ella lo acusan de haber abusado sexualmente de ellos, cosa que por cierto ya había ocurrido y ella había ignorado, la mujer lo echa de casa y este, para vengarse, secuestra a la hija que ambos han tenido juntos y la arrastra a Irak, un país desolado y cercado por la miseria, y lo que quizás es peor, donde la vida de las mujeres no vale absolutamente nada.
Recatando a Sara tiene un final feliz, al menos a grosso modo, porque evidentemene las secuelas que arrastra esa familia no se tratan en la narración. Hay una versión cinematográfica que no he visto y que cuenta con Carmen Machi como protagonista. No me la imagino interpretando a esta mujer tan fácil de manipular, pero claro en eso consiste ser una gran actriz y ella desde luego, lo es.

sábado, 20 de agosto de 2016

Luz no usada - Gustavo Martín Garzo

Gustavo Martín Garzo es un escritor vallisoletano que llevo tiempo leyendo. De sus novelas me gustó especialmente La princesa manca y no tanto Las historias de Marta y Fernando. Luz no usada puede que sea su primera novela, ya que la publicó en 1986. Es difícil resumir su argumento, la narración va entrelazando diferentes historias que son difíciles de seguir y un tanto rebuscadas. Quizás el denominador común es que en todas ellas los personajes deambulan por sus vidas en busca de diferentes pasiones, y son arrastrados finalmente por seres que parecen más propios de un cuento de hadas. Me ha gustado su utilización del lenguaje, pero el argumento resulta poco convincente y no fluye.
Martín Garzo es columnista de El País y creo que esa es su mejor faceta.  Sus reseñas literarias y de cine y sus opiniones de actualidad son magníficas y siempre entrelazan la objetividad con el amor por la literatura: http://elpais.com/autor/gustavo_martin_garzo/a/

martes, 2 de agosto de 2016

The Handmaid's Tale - Margaret Atwood

Me encanta Margaret Atwood; he leído muchas de sus novelas y me he propuesto seguir con las que me faltan porque siempre resultan muy interesantes. El cuento de la criada es una de mis favoritas; trata muchos de los temas a los que nos tiene habituados la gran escritora canadiense y es además muy inquietante. Atwood, que no se considera feminista, siempre dedica gran atención a la representación de la mujer y al desarrollo de sus personajes femeninos. En este caso lo hará mostrando la dureza de la apropiación del cuerpo y el lenguaje de las mujeres que viven en un mundo patriarcal, donde sólo se las valora en función de su capacidad procreadora.  
La protagonista del relato, Defred, vive en un mundo distópico que se rige por los preceptos de una interpretación extrema del Antiguo Testamento. Ha sido desprovista de todo aquello que ama, y de todo aquello también que la convierte en la persona que es, para ser adoctrinada en un centro donde se convertirá en sumisa criada de una familia pudiente. Por si esto no fuera suficiente, Defred debería engendrar un hijo del marido, el Comandante, de esa pareja infértil. El relato da por hecho que es la mujer quien no puede tener hijos y nos narra así la instauración de una esclavitud femenina que es aceptada por gran parte de la sociedad como un mal menor, porque aquellas que se niegan son ejecutadas públicamente. El resto de mujeres son partes de un  puzzle siempre en función de las necesidades de los hombres (ver póster a la derecha).
Su cuerpo pasa así a convertirse en la pieza de un engranaje cuyo objetivo es perpetuar el estado de bienestar de una minoría que acapara todos los derechos, mientras ella ve restringidos todos sus movimientos de una forma simbólica: no puede ni viajar, ni vestir como desea y lleva tatuado en su piel que es un objeto poseído por un hombre que apenas conoce. De esta forma, pasa a ser un ser sin cuerpo propio. Defred, que ha sido desposeída también del nombre que la individualizaba y ha pasado a llamarse Of-Fred en inglés y De-Fred en español —nombre del esposo de la familia– igual que las anteriores criadas que ocuparon su habitación antes que ella, no tiene ocasión de mirarse en ningún espejo –ni de tomar conciencia de sí misma ni de su cuerpo—. Tampoco puede hablar libremente, porque le está prohibido entablar conversaciones fuera de la casa y dentro, se le impone tan solo contestar a aquello que se le pregunte.
A lo largo del relato Defred va tomando conciencia de su situación y de su necesidad de escapar de ella, en parte porque el Comandante le ofrece paulatinamente palabras en forma de juegos y lectura que constituyen un gran paso en su camino hacia el empoderamiento, al menos desde un punto de vista psicológico. Los espejos mostrarán también su magia y la ayudarán a reconocer su cuerpo que irá materializándose, dibujando sus contornos y reclamando sus necesidades.
Me ha gustado esta reseña: http://koratai.com/resena/cuento-de-la-criada-margaret-atwood

domingo, 24 de julio de 2016

Los misterios del Quijote - Rafael Álvarez (El Brujo)

El 27 de mayo tuve la suerte de asistir a Los misterios del Quijote en el teatro de Marbella. Llegué al teatro por casualidad, corriendo en el último minuto, sorprendida de entrar a tiempo, y aún más de que quedaran entradas. Fue una de las mejores interpretaciones que he visto nunca: ingeniosa, divertida y muy inteligente.
Los misterios del Quijote es una fantástica obra de teatro escrita e interpretada por El Brujo, considerado —no equivocadamente— un juglar al más puro estilo medieval. En ella, Rafael Alvarez nos deleita con su punzante humor y erudición, y recuerda que una obra como El Quijote ya nos mostró hace siglos que el camino de la literatura siempre es un baile entre la realidad y la ficción. El Brujo comienza dirigiéndose directamente al espectador, resume la novela en pocos minutos a ritmo de rap, y va haciendo desfilar al caballero más famoso de todos los tiempos y a muchos otros personajes a los que da vida con diferentes poses, voces y acentos. Recrea con maestría variopintas situaciones desde un monólogo muy bien hilado y con un ritmo fantástico que mantiene en vilo al espectador durante toda la actuación. Ejemplo del más ingenioso malabarismo de la forma, repleta de rimas, paralelismos y aliteraciones, y de un contenido cuidadosamente seleccionado, recoge algunos momentos claves de la obra e ilumina al espectador con gran parte de la sabiduría de El Quijote. Me gustaron especialmente sus juegos lingüísticos y los guiños a la actualidad política y social, pero también cómo destaca el respecto por la mujer en la obra cervantina y su forma tan sencilla de referirse y recrear la metaficción, que no es otra cosa que la reflexión que hace la obra literaria de su propio camino, es decir, cómo por ejemplo los personajes sopesan sobre su cometido y pasos como personajes que se saben ser. Curiosamente lo mismo hace el actor al salir de su interpretación y dirigirse directamente al público; se reinventa así en numerosas ocasiones.
Su actuación fue grandiosa, colosal. Además, debemos destacar el magnífico acompañamiento musical que lo abarca todo, desde un violín a un fantástico cajón que repica las rimas del poeta.
El Brujo acabó su espectáculo, al menos en Marbella, instando al público a leerle El Quijote a los niños o, en su defecto, a inventárselo, porque lo importante de la literatura es la narración en sí misma, los sueños que suscita. Me quedaron ganas de volver a ver el espectáculo porque sé que, aunque ya no me sorprendería tanto, me haría reír con la misma intensidad y descubrir otras partes a las que quizás no presté atención.
Para quien no tenga la suerte de poder ir a verlo, puede ir abriendo boca con la entrevista de Jesús Quintero: https://www.youtube.com/watch?v=W6teztmwX00

domingo, 10 de julio de 2016

Nineteen eighty-four (1984) - George Orwell

1984 es quizás la novela distópica de ciencia ficción más conocida en el mundo occidental. Está claro que es obra de obligada lectura, pero aunque sea un poco vergonzoso no rendirse ante este antes y después literario, me siento desencantada tras su lectura.
1984 traza el mapa mental de los efectos del totalitarismo más intenso en la vida de dos seres inocentes: Winston Smith y Julia, y equipara así el comunismo más intenso y tiránico, de la mano de un "Big Brother" de claros rasgos estalinistas, al nazismo. La opresión y manipulación sobre los ciudadanos de un Londres destruido y en ruinas tras numerosas guerras, que poco se perfilan, se llevan a cabo bajo una estrecha vigilancia en la que las personas han perdido todo espacio para la intimidad y todo tiempo libre, de forma que no pueden ni siquiera pensar ni, en consecuencia, rebelarse. Un mundo en el que no existe la amistad ni el amor es obviamente un mundo que no merece ser vivido.
No es baladí que Winston trabaje corrigiendo versiones de la historia que resultan incómodas al partido. Uno de los aspectos que más me ha interesado es que la novela muestra el poder del lenguaje como mecanismo de opresión y la capacidad éste que ejerce a la hora de moldear el pensamiento de la sociedad. Así, el partido se propone erradicar algunos términos de forma que aquello que no es dicho no pueda ser pensado. El lenguaje es así una herramienta para forjar el carácter de los ciudadanos.
La novela cumple su objetivo, alertar sobre los peligros de un estado totalitario, pero lo hace de forma  tan evidente —además carece de toda sutileza— que pierde verosimilitud. Resulta aburrida en ocasiones, muy repetitiva en su descripción del mal. Los personajes son arquetipos de pensamientos y están poco elaborados. Esta vez la he leído en español y la traducción de Rafael Vázquez Zamora es pésima. Quizás ha influido en mi reflexión. No es ni mucho menos, una de mis novelas favoritas, pero merece la pena leerla. Me quedo con las reflexiones del lenguaje y con que El Gran Hermano, que podría ser ruso o alemán, es británico. El mal, como nos recuerda The Lord of the Flies de Golding, no es inherente a ninguna civilización. Por mucho que nos eduquen en creerlo.
* Mucho más interesante y sutil resulta The Handmaid's Tale de Margaret Atwood

viernes, 17 de junio de 2016

La gente de July - Nadine Gordimer

Es esta una obra también bastante plana de Gordimer (1923 - ), como el resto de lo que he leído de ella: The House Gun, The Conservationist, My Son´s Story. La historia del fin del apartheid se lleva a cabo a manos de una revolución negra que pone fin a los privilegios de los blancos a fuerza de balas y bombas. Una familia blanca es conducida por su fiel criado July al pueblo de este para que permanezcan allí escondidos.
La historia se recrea en los pequeños detalles cotidianos de la vida en la aldea, que siendo sumamente sencilla e incómoda, hace sentir desplazados a los Smales, que tratan de integrarse recolectando verduras o lavando su propia ropa, pero July insiste en seguir tratándolos como sus "amos blancos" a pesar de las circunstancias, y comienza a tomarse algunas libertades como cogerles su bakkie, coche en inglés sudafricano, sin permiso.
Por otra parte, leyéndola, me sentí en ocasiones tremendamente enfadada. La madre no se inquieta en ningún momento por la seguridad de sus hijos, que viven en un lugar sin agua potable, rodeados de desperdicios, animales sin vacunar y con la guerra pisándoles los talones. ¿Esto es una novela realista???
Obra poco recomendable, ¿qué conclusión obtenemos tras su lectura? Creo que ninguna, o quizás que el mundo puede ser un lugar terrible, pero eso ya lo sabíamos.
*La portada no tiene nada que ver con el libro, muestra una niña negra con bigudíes en el pelo y mascando chicle, seguramente el que la escogió no lo había leído :-(

jueves, 16 de junio de 2016

El cuaderno rojo - Paul Auster

El cuaderno rojo (The red notebook) de 1994 es un compendio de 13 relatos cortos de Auster, basadas en su propia vida o en la de sus amigos y conocidos, y todas ellas tienen en común la coincidencia como tema. Me gustaría destacar el gran optimismo que discurre por sus páginas, aunque no todas las historias sean alegres, y la veracidad con la que están escritas, a pesar de la inverosimilitud de algunos relatos.
Aunque está considerada una obra menor por algunos críticos, debo reconocer que me ha encantado. El argumento es sencillo, la prosa muy amena y precisa al mismo tiempo, pero me ha hecho pensar en lo cierto de todas esas historias; la vida es un cúmulo de casualidades sin sentido.

miércoles, 15 de junio de 2016

Ciudad de cristal - Paul Auster

En Ciudad de cristal (1985) —City of Glass— que inicia La trilogía de Nueva York, un escritor recibe equivocadamente una llamada de un hombre que pide ayuda a un detective privado y éste, contra todo pronóstico, acepta el laberíntico caso en el que se irá reconvirtiendo y redescubriendo según la situación.
La novela es muy divertida, aunque en ocasiones el lector se pierde ante las posibilidades simétricas que se van narrando. Interesante es también cómo Auster aborda muchos temas intelectuales: la autoría y el proceso de creación de la obra literaria, la metaficción o la relación entre significante/significado.

miércoles, 30 de marzo de 2016

The Garden Party - Katherine Mansfield

The Garden Party de la neozelandesa Katherine Mansfield es un relato breve del año 1922, y narra con todo lujo de detalles las impresiones de la joven Laura ante los preparativos de una fiesta que es dada por su acomodada familia. La joven parece ser bastante ingenua, pero no le falta buena voluntad, y al enterarse de la muerte de un vecino de condición humilde, ruega a su familia que cancele la fiesta. Ellos no la toman en serio y siguen con sus planes. Al finalizar la fiesta, que resulta ser un éxito, Laura se ofrece para llevar una cesta con comida que ha sobrado a la casa del fallecido, y una vez allí es repelida por las condiciones en las que viven y se siente, vestida con un ostentoso sombrero, completamente fuera de lugar.
He leído el relato llevada por la curiosidad de saber qué o cómo escribía Katherine Mansfield, autora que consiguió que sus padres la enviaran a Inglaterra para dedicarse a la escritura. Allí conoció a Virgina Woolf, que encontró en ella también un ejemplo de escritora femenina a tiempo completo. El relato resulta una acertada crítica de la poca visión, o quizás interés, por parte de las clases mejor avenidas hacia los más desventajados. Me recuerda en parte a Mrs Dalloway. Está narrado de una forma impresionista, recuerda a un cuadro colorista de Renoir. La misma portada que he escogido, que no es la que yo tengo en mi edición, es una estampa de estética modernista preciosa.

sábado, 20 de febrero de 2016

El castillo - Franz Kafka

Leer El Castillo me ha resultado tan laberíntico como su propio argumento; una y otra vez se echan por tierra aquello que se había consolidado desde los más diversos puntos de vista. De lectura relativamente fácil y amena, le he tenido que dedicar casi una semana para finalizarlo, lo cual me resulta inaudito en un libro de apenas 200 páginas. El relato se torna en ocasiones interminable, los diálogos rayan lo absurdo o irrelevante, y la lectura resulta algo pesada. Sin embargo, también resulta entretenido y algunos de sus personajes son bastante cómicos, como los ayudantes de K, que parecen salidos de Alicia en el país de las maravillas.

martes, 9 de febrero de 2016

Der Bau - La madriguera de Franz Kafka

Parece que Kafka escribió este cuento, que fue publicado postumamente, aislado del mundo en su vivienda y convaleciente de tuberculosis. 
"La madriguera” o "La construcción" es un breve monólogo interior angustiante, narrado por un ser cuya naturaleza no se revela en la historia. No está claro si el protagonista es un ser humano o animal, pero éste vive en completa soledad dentro de su inmensa madriguera que puede ser interpretada de muchas formas. La transformación, que de alguna manera había comenzado en La metamorfosis (1915), nos muestra en este relato la ambivalencia entre: la soledad y el ostracismo. 
Obviamente el cuento es magistral, pero me ha resultado muy pesado leerlo. Por una parte, apenas ocurre nada. La historia comienza y acaba prácticamente de la misma forma; se podría decir que es casi una descripción detallada de la madriguera y, por su puesto, del estado mental del protagonista, que vive obsesionado con su seguridad, y hacia el final de la historia comienza a oir la presencia de un animal. Existen referencias que interpretan este ruido como la enfermedad, tuberculosis, que padecía Kafka en aquel momento y de la que no pudo curarse. Por otra parte, el lenguaje me resultó pedante. Lo he leído en alemán, lengua que el autor dominaba a la perfección, pero sin apenas puntos y aparte, su lenguaje es eminentemente descriptivo y repetitivo, así que aunque la interpretación de la obra sea interesante, no me convence su estilo.

domingo, 17 de enero de 2016

Der Hungerkünstler - Kafka

"El artista del hambre" es un cuento sobre el artista y la tristeza de sentirse completamente incomprendido, de vivir en un mundo cuyas reglas no se comprenden. 
El relato nos cuenta cómo un hombre se dedica, de forma profesional, a ayunar enjaulado en un circo, custodiado por carniceros que hacen turnos para cerciorarse de que cumple el ayuno. Es él quien tiene las más grandes aspiraciones de superación. Es presentado con un gran espectáculo, pero la admiración que despierta en el público irá decayendo hasta ser olvidado y relegado a una posición donde deja de ser admirado; al final de la historia fallece de hambre, inadvertido, entre la paja de una jaula que nadie ya mira.  
Se trata de un relato muy interesante. Este tipo de artistas existía en realidad, lo cual es sorprendente. Quizás el artista del hambre plantea cómo puede sobrevivir un artista siendo fiel a sí mismo y a sus principios.